Sí era Bob Marley, Bob Marley me robó la billetera, señor agente. Aunque a juzgar por su edad, sería más adecuado decirle joven agente. No, no se enoje, no es un insulto, ¿cómo? No sabe quién es Bob Marley, sí ve joven agente, ponga en google Bob Marley. Señor agente, venga, sí usted, venga póngase a hacer algo productivo. ¿Conoce usted a Bob Marley? No, no le estoy tomando el pelo, su colega aquí no lo conoce. ¡Increíble! Exactamente, estos jóvenes, venga hágame el favor y le cuenta al joven agente, quién es ese negro. ¡Oh! Su subordinado, disculpe. Bueno, entonces sea usted tan amable y le cuenta a su subordinado, quién es Bob Marley. ¡Joder, no puede ser tan difícil poner un denuncio en esta ciudad! ¡Claro que sé quién fue! Fue Bob Marley el que me robó la billetera, estábamos comiendo un kebab, aquí frente al presidio, sí en el Royal Kebab y de repente se nos acercó Bob Marley, se sentó en nuestra mesa y empezó a hablarnos. No, no lo recuerdo, mi colega seguro tampoco, además no pudo entrar al edificio, está afuera cuidando las cervezas. ¡Por lo demás qué importa que haya dicho! Lo siento señor agente, no volveré a gritar, no se preocupe. Entonces, prosigo, Bob Marley estaba haciendo conversación, la verdad yo pensé que quería vendernos drogas, como ustedes no los pueden arrestar, ¡ellos creen que pueden hacer lo que quieran! Claro, yo lo sé, ustedes los arrestan y el aparato judicial los deja libres, ¡es una desgracia! Claro que lo entiendo señor agente, si los dejaran hacer su trabajo, ya habrían devuelto a todos esos criminales a sus países. ¡Exactamente, joven agente! ¡Se aprovechan de nuestra nobleza!
Ah, ya vio quién es Bob Marley, claro que lo reconoce, es el marihuanero más famoso del mundo, cómo no, señor agente, prosigo con mi historia, después de unos quince minutos Bob nos da la mano a cada uno y se larga. Eso ya lo sé, yo no soy ningún idiota. Yo sé que mi billetera ya estará en Polonia o en Jamaica ja, ja, ja. ¿Entonces, ya saben a quién buscar? Sí, estoy seguro, cuando fuimos a pagar, ya mi billetera no estaba, menos mal mi colega, no guarda su dinero en su billetera, ¿extraño? ¡No! Es un truco que aprendió trabajando en República Dominicana. Gracias, señor agente. Usted joven agente, infórmese un poco, esto hubiese sido mucho más rápido, si usted tuviese un poco de cultura genera, ja, ja, ja. Claro, con gusto espero, ¿dónde es el mejor lugar para ver el operativo? Excelente, bueno entonces estaré con mi colega frente al presidio. ¿Es necesario? Claro la mayoría de los negros son iguales. ¡Pero es que este es Bob Marley!
Está bien, con tal de que lo arresten, yo sacrifico mi noche de juerga. ¡Buena suerte agentes!
Mira, desde acá lo veo, ¿cómo qué no? ¡Está ahí sentado comiéndose un Kebab con mis ahorros! Sí, claro el de camisa verde, claro que es él. Eso no importa, seguro se cambió la camisa. Probablemente el muy idiota pensó que así me engañaría, pero yo los conozco bien, yo sé de sus jugarretas y estafas, de la manera en que infringen la ley. ¡Obvio! Cómo van a respetar las leyes de este país, si en sus países de origen, no hay ley. Cómo que pobre gente, están aquí, disfrutando, de nuestros kebabs, de nuestras estaciones, nuestras casas, ¡hasta de nuestras mujeres! Hombre, que sí, ¡estoy seguro! Un negro con rastas, un Bob Marley. ¿Ahora te vas a poner sensible, de qué lado estás? Si yo te digo que lo reconozco, eso te debería bastar, de quién eres amigo, ¿mío o de Bob Marley?